En la ensenada de La Malata los Sauces
lloran de verdad.
Desde que pasó el huracán Klaus ya pasaron varios meses,y los arboles siguen por los suelos,uno de ellos solo necesita que lo enderecen.
Pero la empresa que cuida los jardines sigue preocupada por mantener linda la Avd de Esteiro y el "primer mundo".
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